Hoy es Domingo y muchas de nuestras RUNNERINGgirls están «runneando» por ahí, unas en Barcelona y otras en la Borredà Xtrail.
Nosotras no competíamos y hemos quedado para salir a entrenar para la Cirera Trail del próximo mes, que ya sabemos de sobras, es durilla y hay que prepararse.
Pues nada, quedamos a las 8 como siempre. He trazado una ruta que les quiero enseñar, que creo nos puede ir bien para el entreno y que espero les guste.
Las estoy esperando en la riera de Sant Climent y a lo lejos ya las veo venir. Algunas nos hemos puesto la camiseta de la Mitja de Barcelona para variar y, en mi caso, sudarla porque aún no la había estrenado.
Yo también me voy acercando y al encontrarnos veo primero a Sito y a Paco (el de la variante) y detrás a mis compis acompañadas de Montse.
¡¡Ostras¡¡ QUE SORPRESA…. Esto no estaba previsto
Es que el ¡Mundo es un pañuelo! Se han encontrado y Montse ha decidido quedarse con nosotras y ayudarnos en el entreno con sus sabios consejos.
Sin dudarlo ni un momento, decidimos cambiar nuestros planes y hacer lo que la “jefa” nos indica.
¡Mamma mia! Hemos subido hasta Can Bori sin parar y no veas a qué velocidad. Los pies no nos tocaban el suelo. No ha habido ni un ciclista que pudiera adelantarnos. Se nos ha unido Sito al grupo que ha ido inmortalizando la mañana con sus fotos.
Después de recuperar el aliento hemos seguido… subiendo y subiendo. He descubierto la variante de la Roca Salena, muy chula para hacer piernas.
Bajando desde la carretera de Begues hacia Can Amat, Sito nos ha propuesto acercarnos a una antigua mina de hierro abandonada y, por supuesto, le hemos seguido por un camino precioso que no conocíamos. Al llegar al sitio nos hemos quedado boquiabiertas: parecía la selva amazónica con lianas y grandes raíces pegadas a las rocas y al fondo unas cavidades en una gran roca. Arrastrando nuestro magnífico “búho” nos hemos deslizado dentro de la cueva hasta salir por otro lado.
Ha sido súper emocionante, a oscuras y sin saber dónde nos metíamos. Me he sentido como Indiana Jones en Busca del Arca Perdida. Sólo ha faltado que nos persiguiera una gran bola de piedra y no veas como han quedado nuestras mallas de tierra. Nos hemos sacudido el “búho” de lo lindo.
Ya cerca de Can Amat hemos pasado por un prado verde que estaba precioso y, como no, ha sido el escenario perfecto para un pase de fotos y video.
Y esto es todo amigas. A veces y cuando menos te lo esperas, el día te sonríe y te hace feliz.
Y, como dice Juanes en su canción, A Dios le pido que no me falten días como este.