En casa, en un lugar visible del comedor y quitándole el sitio a un primer premio de balón mano del año 1987, que creyó, a estas alturas no desbancarse jamás, estará a partir de hoy, ese maravilloso trofeo que hoy he recibido en la 3ª Cursa de les Dones.
Me he quedado a solas con él y emocionada me ha explicado al oído muy flojito, que se trataba de un premio complicado y singular.
¡Le he pedido explicaciones!
- Soy un premio muy compartido.
- No seas cabrón. He llegado la última y punto –dije airada–
- Lo sé, pero existen tantas trabas, para poder llegar la primera, que comprenderás que se lo dediquemos a otras mujeres ¿verdad?
- ¡Adelante dedícaselo, pero de casa no sales!
Dedicado a todas las mujeres que empeñadas en venir a una cursa, deciden anularlo porque toca comer arroz “ca la suegra”.
Dedicado a todas las mujeres que modifican su entreno porque su hijo se ha despertado con fiebre.
Dedicado a todas las mujeres, que pese al dolor de la menstruación, deciden no rendirse y salir a correr.
Dedicado a todas las mujeres, que decidirán no venir a entrenar, por homenajear a la familia con una buena comida, justamente ese sábado.
Dedicado a todas las mujeres, que corren sabiendo que en el kilómetro tres deberán de parar un momento para coger fuerzas y seguir.
Dedicado a todas las mujeres, que salen a la cursa como si no hubiera un mañana, conocedoras de que en breve les pasará hasta el apuntador.
Dedicado a todas las mujeres, que destinan su único tiempo libre, en salir a entrenar para no perder el ritmo.
Dedicado a todas las mujeres, que llegan la última, con la cabeza muy alta y mirando hacia el cielo, dando las gracias a alguna estrella que brilla para ellas.
Dedicado a todas las mujeres, que son solamente abrazadas, por esas compañeras incondicionales que las esperan pasado el arco.
Dedicado a todas las mujeres, que no se atreven a ponerse bikini, pero se enfundan un equipazo bien apretadito para correr.
Dedicado a todas las mujeres, que al regreso del entreno saben que deberán de correr para que la casa ruede con normalidad.
Dedicado a todas las mujeres, que la noche antes de la cursa, convencen al compañero de que vendrán pronto.
- ¡Pues ya se lo digo yo de tu parte!
- Toñi, ¿qué haces hablando sola? –mi marido desde la cocina–
- Nada jolines, nunca puedo estar tranquila.
Gracias RUNNERINGgirls,
Gracias Montse Urbera,
Gracias Sito Castelló,
OS AMOTEO